Les llaman mientras asisten a clase, les montan en una guagua y se los llevan a la calle neptuno, allí se encuentra con un cordón policial que cierra varias cuadras y deja pasar solo a la prensa, vecinos y a ellos, los universitarios.
Les dicen que van a gritarles a las Damas de Verde, unas mujeres pagadas por
Les dan banderas, grandes fotos del Che, de Camilo, de Raúl y como no, de Fidel, les ponen altavoces con música castrista de hace décadas y al compás del que lleva el megáfono empieza a gritar a una fachada de una casa particular con el numero 963, dentro unas mujeres vestidas de blanco rezan, conversan y presentan un libro de un expreso político.
Pasan horas, algunos serán relevados por otros estudiantes, el mismo modus operandi, gritos, música, empujones y consignas así hasta que caiga la noche.
Cansados se marchan a casa, en el mejor de los casos le darán un pan con jamón y un refresco. Llegan por fin quien sabe como, no encuentran sino lo mismo que cada día en el refrigerador, se quejan, preguntan que les han mandado de Miami los gusanos, se pondrán sus tenis “Nike” del imperio y su teléfono “Motorola” que solo usan como “busca” dado que no tienen dinero para pagar las altas tarifas del régimen y cuando sus profesores o directores de su centro de estudio les llamen se verán obligados de nuevo a ir…quizás después de tantas veces haciendo lo mismo sin saber porque y para que en sus rostros no se notara tanto fervor ciego, ni sus gritos serán tan altos, ni sus zarandeos o empujones serán mas fuertes, quizás.
Luego regresaran a casa y preguntaran que llego hoy de Miami.
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