Cuando repaso varias de las webs oficialistas o de tendencia de extrema izquierda algo me llama poderosamente la atención. Estos señores que se autodenominan comunistas, que no viven en Cuba, ni son cubanos, se creen en el derecho de hablar por el pueblo cubano.
De esta manera le siguen el juego a la dictadura y se convierten en azote de los cubanos que por una u otra razón estamos en el exilio.
Es normal como cuando se intenta debatir con ellos recurren a los tan manidos términos: “gusano”, “mercenario”, “vendido”, “mafia de miami”, “agente de la CIA”, “fascistas” o relacionan al cubano que disiente de la dictadura como una persona “de derechas”.
Como el acceso a Internet en Cuba es limitado por no decir imposible para el pueblo, a la dictadura no le queda mas remedio que utilizar a estos “¿mercenarios extranjeros?” para hacer la labor de las brigadas de respuesta rápida en formato digital.
No tienen vergüenza, no ven mas allá, no son capaces de comprender que un extranjero no puede imponerla a un nacional su sistema político o ideológico, son tan dictadores como quienes les mandan solo les diferencia que ni en sus mejores sueños soportarían un gramo de su propia ideología.
Van a Cuba, visitan algún hospital recién pintado, alguna escuelita para que regalen un par de lapices, irán un par de días a recoger papas al campo, volverán al hotel, se enamoraran de alguna cubana o cubano, pero al final regresaran a su pais (siempre), a vestir zapatillas NIKE, a comprarse el ultimo Iphone o Ipad, a tomar Coca Cola y comerse una Mc Donald´s.
Son el colmo de la hipocresía, son el colmo de la injerencia.
Los problemas de Cuba entre cubanos y el resto del mundo que vea y aconseje si quieren pero que no se metan, el día que la dictadura termine Cuba... sera de los cubanos y de nadie más.
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