Nací en el 80

Nací en el 80

Crecí con yogur, jugo de mango Taoro y carne rusa enlatada.

Veía con interés los muñequitos rusos del lobo y la liebre.

Mi interés pasaba a alegría cuando echaban a Tom y Jerry.

Sentí el golpe de la profesora por pintar una bandera americana en una hoja de papel.

Me asustaba cuando me llevaban al sótano de mi edificio creyendo que los "Yankis" invadían el país.

Me preguntaba porque iba mi madre a los discursos de Fidel y si podría verla por la televisión.

Mis juguetes eran contados a uno por cada año cumplido.

Mi mano se alzaba cada mañana hacia mi frente y mascullaba entre dientes aquello de “pioneros por el comunismo seremos como el Che”.

Vi como en la escuela nos anunciaban el periodo especial y que eso significaba que teníamos que ahorrar en lápices.

Fui testigo de la pobreza, del hambre, de la desesperación.

Vi como la gente corría intentando alcanzar una lanchita de regla rumbo al norte.

Observe de adolescente como el pueblo se enfrentaba al pueblo aquel 5 de agosto del 94.

Asombrado contemple como la locura se apoderaba de mi gente, una anciana regateaba por un neumático de camión para tirarse a la mar.

Obligado recogí hojas de tabaco un mes al año para compensar el gasto de mi educación a la revolución.

Me levantaba a las cinco de la mañana para llegar al politécnico a las ocho gracias al transporte público.

Vi a un niño ir a la libertad y regresar a la prisión por la fuerza, pobre Eliancito.

Deje mi patria atrás a través de una ventanilla de avión.

Regrese y la sensación de desarraigo era total, me sentía extranjero dentro de mi propia patria, volví a mirarla a través de la ventanilla de ese mismo avión.

Siento impotencia cuando creen que por cubano siempre tengo que estar bromeando o bailando salsa.

Sueño con regresar.

Sueño con poder hablar lo que me pase por la cabeza.

Sueño con una vida mejor para quienes nacieron después de mí...

Nací en el 80