A veces me pregunto: ¿Hasta donde llega el umbral de sufrimiento del pueblo cubano?
En estos días lo estamos comprobando, vemos como nuestra patria como madre en parto expulsa el feto dejándolo huérfano y la madre con cada expulsión queda más desfallecida.
Gracias a un encorbatado del extranjero podemos celebrar tales abortos, creyéndose que esta en posesión de la palabra en nuestro nombre, inmiscuyéndose y colgándose medallas que no merece. Solo aquel hombre valiente en huelga de hambre y la valentía de las damas de blanco han servido de alguna manera para que los presos puedan hoy caminar en libertad aunque sea en el destierro.
Más grave aun es como de manera sumamente ofensiva este señor encorbatado extranjero (si…usted mismo Sr. Moratinos), venido del otro lado del atlántico quiere usar dichas excarcelaciones (como si de ganado se tratase) para ofrecer un cambio en la política europea con Cuba, un acercamiento, un besuqueo obsceno de una democracia con una dictadura sanguinaria y hostil como la castrista.
Mientras tanto en plena crisis española a este señor no le da para poder alojar a ese “ganado” (para el) que se ha traído a España, los ha aislado en un hostal de Madrid con las mínimas condiciones, con un estatus dudoso, no son exiliados políticos, con sus familias, con el choque cultural, social, psicológico y económico que todo ello conlleva, están como en un limbo…no saben a donde dirigirse y que se encontraran en el futuro, al menos se que lucharan por nuestro país al oír sus palabras.
No es momento de ambigüedades ni de superficialidades, no podemos caer en el engaño con estas expulsiones o excarcelamientos al exterior o como se le quiera llamar, los dictadores no han movido un dedo para garantizar una minima democracia o respeto a los derechos humanos, simplemente han hecho una purga como años atrás se hizo con el Mariel o la crisis de los balseros, se quitan de encima lo que les molesta y si se quedan les hace la vida imposible hasta provocarles la muerte en el peor de los casos.
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