Una de las personas que mas admiro entre quienes luchan por
los Derechos Humanos, la libertad y democracia en Cuba es el Dr. Oscar Elías
Biscet, veo en su figura una mezcla de Antonio Maceo con su coraje y fuerza y
de José Martí por su inteligencia y oratoria.
Soy poco dado a criticar a miembros de la oposición interna
en Cuba, y si lo hago intento ser lo mas constructivo posible para que si en
caso de que lean lo que escribo aquí o en Twitter les sirva para mejorar su
lucha por un objetivo que es común.
Creo que el Dr. Biscet ha perdido una oportunidad de oro en
su alocución ante el congreso norteamericano, su influencia y su carisma
quedaron en segundo plano ante un repaso de dramas personales y colectivos que
el congreso de USA y nosotros los cubanos conocemos de sobra, faltó quizás
implementar estrategias o hacer un llamado a implementarlas, recabar apoyos
logísticos, pedir unidad entre las fuerzas opositoras, dirigir un mensaje
directo al pueblo de Cuba usando el altavoz del congreso y eliminar todos
aquellos obstáculos que durante 50 años han fracasado creyendo que servían para
algo, hablo del embargo económico financiero y leyes como la Torricelli o Helms
Burton (ambas en desuso).
No es fruto de la casualidad o a iniciativa propia del
doctor cubano lo que le dio la oportunidad de haber podido hablar en el
congreso norteamericano, para que esto ocurriera ha sido necesaria la
intervención del conocido e influyente lobby cubano/americano en la cámara de
representantes de USA, me refiero a los congresistas Ileana Ross Lethinen,
Lincon Díaz Balart (pariente de Fidel Castro), Robert Menéndez y Marcos Rubio
entre otros.
El Dr. Biscet quizás pecó de ingenuo y ha tenido que dar las
gracias a toda esta lista de personajes, pero erró al decir que su labor por
una Cuba en libertad es “altruista”. Para quienes vemos como unos completos inútiles
ha dichos congresistas (no somos pocos) empezar un discurso de esa manera
dilapida enormemente lo que viene después, por muy bueno que sea.
Estimado Dr. Biscet, estos personajes llevan todo su vida
haciendo carrera política (en USA ser político de primer nivel conlleva ganar
dinero y mucho) a costa del diferendo USA-Cuba, no me parecería mal que ganaran
dinero en forma de sueldo merecido si su labor hubiera tenido algún resultado
positivo para la población cubana, que haya mellado a la dictadura y haya
abierto las puertas del pueblo a la libertad, pero lo cierto es que a estas
alturas no han hecho NADA que haya valido la pena en ese sentido, sino todo lo
contrario, el régimen castrista es un experto en enrocarse y sacar partido de
esta confrontación.
Un ejemplo muy claro es el calvario que esta viviendo otra
luchadora y madre coraje, Reina Luisa Tamayo madre del mártir Orlando Zapata, estos
mismos congresistas en vez de canalizar esa fuerza que tiene esta mujer y
orquestar una estrategia en la cual su figura lidere un objetivo para el cambio
en Cuba le hacen desfilar ante decenas de auditorios para que relate una y otra
vez el infierno sufrido en Cuba sin objetivo alguno salvo la indignación y
posterior retiro a sus casas de quienes asisten a oír a la pobre madre, hoy
busca trabajo como limpiadora de pisos en Miami (oficio digno, dicho sea de
paso), su situación económica y la de su familia es precaria. Reina Luisa solo
debería preocuparse de cómo continuar el legado de su hijo o descansar después
de el infierno vivido, su preocupación no debe ser cuanto dólares le quedan
para llegar al fin de mes, le debemos mucho a esa familia.
Regresando al tema del Dr. Biscet y su comparecencia en el
congreso.
Dejando a un lado este error en mi opinión (los
agradecimientos al lobby cubano/americano), el Dr. Biscet dio un diagnostico
sumamente claro de la situación de los derechos humanos en Cuba, narró torturas
en las cárceles cubanas con vivencias personales o conocidas de forma muy
detallada.
¿Pero de que sirve buscar en un legislativo extranjero la
solución a nuestros problemas?.
¿No deberíamos centrar todos nuestros esfuerzos en levantar
al pueblo cubano y que cuando esto ocurra justo en ese momento recabar el apoyo
internacional?.
Para rematar la comunicación se corta sin que Biscet pudiera
decir nada más que hiciera cambiar el sentido de este post que ahora escribo,
seguramente algún seguroso la haya
interrumpido desde la sala de escuchas telefónicas del G2. Sin embargo,
si las comunicaciones en Cuba están tan mal es porque la dictadura se escuda en
que el supuesto “bloqueo” impide a la isla tener una mejor conexión, no es mas
que una excusa, pero…
¿Qué pasaría si existiera un cable de fibra óptica que
uniera a ambos países?.
¿Qué excusa tendría el régimen para cortar la comunicación
de Biscet con el Congreso de USA?.
Es la “pescadilla que se muerde el rabo”, ni siquiera un
activista de los DDHH que pretende comunicar una denuncia en el congreso del
país que quiere ayudarle lo puede hacer porque este mismo país mantiene una
política anticuada que indirectamente afecta a esa comunicación.
Estamos de nuevo en el mismo sitio donde empezamos, hable
Dr. Biscet, le escuchan los cubanos.
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