Crónicas de “La libreta”

Vieja, sucia, con manchas de tierra traída con las papas y alguna que otra verdura, arrugada, manoseada hasta la saciedad, así es la libreta de abastecimiento.

Tiene muchas hojas, casi todas vaciás, en ella se resumen los productos que el todopoderoso estado subsidia a sus “ciudadanos”, en las hojas se acumulan cuadriculas , dividas por productos y la racionalización de los mismos, huecos, donde pasan los meses y los meses y no se rellenan, sobretodo la carne de res, el jabón, el detergente, la pasta de diente.

Llevar la libreta consigo es casi mas importante que llevar el carnet de identidad, los viejitos del barrio se pasean con ella , de su casa al mercado, del mercado a su casa, casi siempre regresan vacíos, solo con un pan “polish” en el que la mayoría de las veces es capaz de dejar un hueco en la pared si es lanzado con suficiente fuerza. Es el pan o el intento de pan lo que mas rellena la libreta, tiene hojas exclusivas para ello, es raro ver que una cuadricula este vacía, suelen ponerse garabatos con diferentes tintas, es la constancia de que ese día, de ese año, comiste pan...

Luego están los privilegiados de la libreta, (si se le puede llamar privilegio) me refiero a los “plan java”, se trata de personas con ciertas cargas familiares a los cuales se les da preferencia en las colas y en ciertos productos, es habitual en una cola del mercado en pesos cubanos oír gritar: ¡El ultimo del plan java!, mientras el resto de personas que llevan horas haciendo cola ven impotentes como se les adelantan solo por el simple hecho de ese grito, la picaresca hace que personas sin “plan java” se beneficien de el, y es que el sello en la libreta que lo acredita es sumamente sencillo de falsificar, doy fe de ello.

Y así termina el año, la querida y odiada libreta llega casi a su fin también, es posible que en el 2011 no la veamos más, que se entierre en la mas oscura y profunda de las sepulturas, es increíble como unos papeles juntados con otros por medio de una presilla hayan hecho tanto daño a la población cubana, haciéndoles creer que todo viene de arriba, y no digo del cielo, sino de la todopoderosa “revolución”, haciéndoles creer que el estado se los regala, que el trabajo del mes no es suficiente para la “revolución”, que vale mas las subvención que el sudor.

La caída de la libreta traerá consigo la caída del régimen, pues una esta ligada a la otra, las dos han sido un engaño de proporciones bíblicas, por eso no me pesa decir, que en paz descansen y por siempre...