Hace pocos días un amigo español me enseñaba una foto de su
hijo hace muchos años (en los 90) acompañado de sus amigos en un restaurante
de comida rápida celebrando un cumpleaños.
Por aquellos tiempos mis amigos y yo tratábamos de averiguar
donde serian los “quince” en nuestro barrio para ir y pararnos en medio de la
calle haber si “caía algo” (entiéndase “algo” por un poco de ron, una croqueta,
o un pan con pasta) en el mejor de los casos bailaríamos y ligaríamos* un poco
en la fiesta aunque estuviéramos secos.
Viendo la foto me paso por la cabeza varios pensamientos:
¿Qué hubiera sido de nosotros los amigos cubanos de la
infancia de haber vivido en un país normal?
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¿Viviríamos en Cuba ahora?
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¿Residiríamos en otros países pero de vez en
cuando nos veríamos en nuestro barrio y compartiríamos unas cervezas?
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¿Seriamos socios en una empresa multinacional en
toda Cuba?
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¿Nos perderíamos el rastro el uno al otro durante
una larga temporada para volver a encontrarnos por casualidad en una calle de
la Habana?
Lamentablemente el 95% de mis amigos y amigas están en el
exilio, no se donde están ni que hacen en la mayoría de los casos, el
desarraigo es tal que asusta.
Pobre de nosotros los cubanos, los “anormales”...
* Echarse una jevita
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