En muchas ocasiones me han dicho que es muy difícil (cuando
no imposible) poner a dos cubanos de acuerdo, después de casi cuatro años de
activismo digital y en la vida real creo que puedo asegurar que esta frase es
totalmente cierta.
Los cubanos nos perdemos en el debate, en la discusión, en los ataques personales, en el “te lo dije”,
en el “yo mas y tu menos” y nunca llegamos al objetivo de toda discusión: LA
SOLUCIÓN.
Se suceden una convocatoria tras otra, una idea, una
iniciativa, papeles y documentos Word corren entre nuestras manos, recogidas de
firmas online, llamamientos, propuestas y de ahí no pasamos, aprovechamos la mas mínima
letra o silaba para buscar lo que no nos gusta, para criticar, y como siempre,
no con la intención de encontrar un punto común y constructivo precisamente.
Unos hablan de buscar un líder, otro de que cada uno de
nosotros lo es, unos hablan de intransigencia cuando otros hablan de dialogar
con el dictador, unos hablan de armas y violencia mientras otros hablan de
llegar a la democracia mediante una transición pacifica a la española, pero al
final no hacemos mas que hablar.
Mientras tanto la otra gran parte de los cubanos piensa que
estamos aburridos, que no tenemos trabajo, que no nos dedicamos a nuestras
vidas porque para ellos la vida es enviar dinero a Cuba y cuando venga una
orquesta de salsa cubana a su ciudad de exilio irse a bailar una noche entera
entre el alcohol y las maracas.
¿Mientras tanto que?
Un clan familiar se apoderó de nuestro país, nos lo quito
todo y no piensa devolverlo bajo ningún concepto y aquí estoy yo….de nuevo…. escribiendo
en un blog desde el exilio volviendo nuevamente al primer párrafo de este post.
¡TENEMOS QUE SALIR DE ESTE BUCLE!
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